GRUPO OPERATIVO NITROCÓN

El exceso de fertilización nitrogenada es un grave problema tanto medioambiental como de salud pública, además de suponer un incremento injustificado de costes para el agricultor. El grupo operativo NITROCÓN fue creado para abordar esta problemática, con el objetivo de mejorar el uso de fertilizantes nitrogenados en la rotación de cultivos. Este grupo ha desarrollado un proyecto de digitalización agrícola con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural La Rioja, compuesto por profesionales de Spectral Geo, la Universidad de La Rioja, Cooperativa GARU, Encore Lab y AIMCRA.

El proyecto se ha centrado en cultivos como guisante verde, alubia verde, trigo, colza y remolacha, en tres parcelas ubicadas en Castañares de Rioja y Bañares, asociadas a la Cooperativa GARU en La Rioja Alta.

En estas parcelas, se realizaron ensayos con diferentes dosis de nitrógeno en cada subzona, utilizando el programa EU-ROTATE N para calcular las cantidades de fertilizantes necesarias para maximizar la producción sin exceder las dosis requeridas.

El grupo operativo ha empleado dos enfoques diferentes para realizar los muestreos. Por un lado, se utilizaron imágenes captadas por drones para traducir la información en cantidades de nitrógeno en planta y determinar qué micro parcelas obtuvieron mejores rendimientos. Por otro lado, la Cooperativa GARU llevo a cabo muestreos en campo, tomando muestras de suelo y plantas, que posteriormente fueron procesadas en el laboratorio para evaluar si existían diferencias en la producción y calidad en función de las prácticas aplicadas por los técnicos en las parcelas de los agricultores.

Tras finalizar los muestreos y analizar los resultados obtenidos durante los cuatro años, se determinó que una reducción del 20% en las Unidades Fertilizantes Nitrogenadas (UFN) para el trigo, guisante verde y alubia verde no mostró diferencias significativas en comparación con el enfoque del agricultor. Sin embargo, se observó que reducciones más pronunciadas podrían tener un impacto en la producción final.

En el caso de la remolacha, se encontró una disminución en la producción al reducir la fertilización, aunque no fue estadísticamente significativa. Es importante destacar que estos resultados no son concluyentes debido a que solo se cultivó remolacha en una de las parcelas y durante un único año del estudio. Además, las parcelas de ensayo sufrieron un fuerte ataque de Cercospora, mucho más intenso que en la zona de muestreo del agricultor, lo que pudo influir considerablemente en la producción final. De hecho, todos los tratamientos tuvieron producciones similares, independientemente de la fertilización, a excepción del enfoque del agricultor que fue ligeramente superior.

Una situación similar ocurrió con la colza, la cual solo se cultivó en una de las rotaciones y se vio afectada por un fuerte pedrisco. No se encontraron diferencias significativas en la producción, aunque debido a que solo se dispone de datos de un año, los resultados no pueden considerarse concluyentes.

Además, se realizó un estudio económico que indica que en los cultivos de guisante verde, alubia verde y trigo se observó un beneficio significativo al reducir el uso de fertilizantes en términos de rentabilidad. Sin embargo, en el caso de la remolacha, la reducción de fertilizantes resultó en un leve descenso de la producción. En cuanto a la colza, los resultados son inconclusos debido a que se vio afectada por un pedrisco y solo se disponen de datos de un año.

Un aspecto destacado del estudio es la extracción de nitrógeno por parte de las plantas. Se encontró que las plantas de todos los cultivos estudiados tuvieron extracciones similares de nitrógeno, lo cual sugiere que el contenido de este elemento en las plantas se mantuvo constante, independientemente de la cantidad de fertilizantes nitrogenados utilizados. Sin embargo, en el caso específico de los trigos del último año, se observaron algunas diferencias relacionadas más con el momento de aplicación del nitrógeno que con la cantidad de fertilización. Retrasar la aplicación del abono de fondo hasta después de la germinación, aprovechando las condiciones de humedad en enero-febrero, ha demostrado ser beneficioso para un mejor aprovechamiento del nitrógeno. Por otro lado, aquellos agricultores que aplicaron el abono de fondo en diciembre experimentaron un menor aprovechamiento y mayores pérdidas de nitrógeno debido a la lixiviación.

Estos resultados respaldan la importancia de una gestión cuidadosa de los fertilizantes nitrogenados en la agricultura. La reducción de las dosis sin comprometer significativamente la producción puede ser una estrategia rentable y sostenible. Sin embargo, es esencial tener en cuenta las características específicas de cada cultivo y las condiciones ambientales para tomar decisiones informadas sobre la fertilización.